martes, noviembre 18

Bolivia enfrenta nuevos retos climáticos con heladas, granizadas y temperaturas extremas

Bolivia enfrenta nuevos retos climáticos

Desde noviembre de 2024, Bolivia ha ingresado en una etapa climática desafiante, marcada por heladas, granizadas y temperaturas extremas que han impactado a varios departamentos. Esto ocurre tras una prolongada temporada de lluvias e inundaciones que dejó graves daños en muchas regiones.

El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) no ha emitido nuevas alertas meteorológicas, hidrológicas ni de vientos fuertes, lo que indica que el periodo de inundaciones está cediendo gradualmente. Sin embargo, las autoridades advierten que esta nueva fase también traerá desafíos significativos.

El viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, informó que hasta ahora 239 municipios se han declarado en desastre y 25 en emergencia, sumando un total de 293 municipios afectados en los nueve departamentos del país. En total, 9.379 comunidades han sido perjudicadas, con 641.339 familias afectadas y 278.393 damnificadas.

Además de las 2.443 viviendas completamente destruidas, otras 7.509 han sufrido daños de diversa gravedad.

Calvimontes también expresó su preocupación por la falta de acción de algunas gobernaciones. Señaló particularmente a La Paz y Cochabamba, que, a pesar de ser dos de las regiones más golpeadas, no se han declarado en desastre departamental. Esta omisión, advirtió, limita el acceso a recursos económicos extraordinarios y dificulta la capacidad de respuesta estatal.

“Nos llama la atención que el departamento de La Paz, siendo el más golpeado, no se haya declarado en desastre. Esto dificulta la movilización de recursos económicos que podrían estar recibiendo en mayor cantidad los gobiernos municipales afectados”, subrayó. Una situación similar se presenta en Cochabamba, el cuarto departamento con mayor número de damnificados, que tampoco ha activado declaratorias formales.

Desde noviembre de 2024, seis departamentos ya fueron afectados por heladas y granizadas: Chuquisaca, Cochabamba, La Paz, Oruro, Potosí y Tarija. En este contexto, Oruro se encuentra bajo declaratoria de desastre departamental y Potosí en emergencia departamental.

De acuerdo con cifras actualizadas del Viceministerio de Defensa Civil, 114 municipios han sido afectados por el descenso térmico y las granizadas. De estos, 78 se declararon en desastre municipal y 13 en emergencia.

En total, 3.079 comunidades reportan algún tipo de daño, con un saldo de 244.987 familias afectadas y 108.883 damnificadas, sumando 353.870 familias perjudicadas a escala nacional.

Además, se confirmaron dos fallecimientos en el departamento de Oruro, vinculados a eventos climáticos extremos.

Ante este panorama, el Gobierno anunció el reforzamiento de acciones de prevención y respuesta, en coordinación con los gobiernos subnacionales, para mitigar los efectos sobre cultivos, ganado y comunidades vulnerables.

La temporada de lluvias, que se extendió desde noviembre de 2024, ha dejado un saldo devastador en Bolivia: 919.732 familias entre afectadas y damnificadas, 2.443 viviendas completamente destruidas, 59 personas fallecidas, 10 desaparecidas y 103 familias evacuadas, según el informe oficial del Viceministerio de Defensa Civil.

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