viernes, diciembre 13

Jefe de Gabinete de Revilla se guardó 18 meses el trámite y frenó declarar patrimonio a la excasa estilo pagoda

pagoda
La excasa estilo pagoda ubicada en la zona de Sopocachi, La Paz. Foto/Tomada del FB de Ricardo Bajo

En medio de la polémica generada por el desplome del muro de contención en predios de la excasa estilo pagoda en la zona de Sopocachi, surgió la información en sentido que la directora de Gabinete del exalcalde Luis Revilla, Silvana Reynolds Mustafá, se guardó el trámite durante 18 meses hasta derivar el archivo del «Proyecto de Declaratoria de Patrimonio Histórico Urbano de Edificaciones con Hoja de Ruta N° 577».

El proceso se inició en cumplimiento a la Ley Municipal 265 que ordenó levantar un inventario de inmuebles históricos, entre ellos, la zona de San Jorge-Sopocachi de La Paz. Un informe técnico identificó 16 inmuebles y abrió una Ficha de Catalogación a la excasa pagoda ubicada en la Av. 20 de Octubre esquina Romecín Campos, asignándole la categoría B en el Valor Patrimonial, admitiendo intervenciones físicas con nivel de protección parcial.

Revilla inició el trámite, pero recibió observaciones procedimentales por parte del Concejo Municipal que no fueron subsanadas oportunamente, debido a que el trámite fue puesto en custodia en la Jefatura de Archivo, hasta que en abril de 2021 fue archivado por orden de la directora de Gabinete.

Una revisión externa al proceso de trámite realizada por la Secretaría de Culturas de la actual gestión encontró una Orden de Despacho Nº 226/2021 con el rótulo de «severa llamada de atención» de fecha 26 de abril de 2021, dirigida a Silvana Reynolds Mustafá, directora de Gabinete GMALP, emitida por Luis Revilla Herrero.

«En los documentos solo se evidencia una llamada de atención mediante una Orden de Despacho, pero no se encuentra ningún informe de remisión de los documentos ante la Autoridad Sumariante. El archivo erróneo al que fue sometido el presente proceso de declaratoria imposibilitó su prosecución por un lapso de 18 meses», menciona una parte de la Resolución Administrativa Nº 008/2022 del 11 de mayo de 2022, firmada por el actual secretario de Culturas, Rodney Miranda.

La exdirectora se justifica en la «carga laboral» y la gran cantidad de trámites que ingresaban diariamente a su despacho, incluyendo aquellos destinados al Archivo Central. Según su descargo, el trámite fue archivado en un cajón de los ambientes de la Dirección de Gabinete, refiriendo que «al tratarse de trámites de gestiones pasadas, no requerían mayor atención» por lo que recomendó su archivo.

El informe de Rodney Miranda extraña que la exfuncionaria no haya advertido que se trataba de un trámite que estaba sujeto a los plazos establecidos en la Ley Municipal 265 y el D.M. 020 para la Declaratoria de Patrimonio Municipal. La permanencia en archivo por 18 meses impidió el cumplimiento de los plazos establecidos y forzó su vencimiento, según el texto.

Esta aparente negligencia administrativa benefició a los propietarios de la excasa estilo pagoda, ya que lograron anular cualquier trámite destinado a declarar casa patrimonial. La nulidad les permitió venderla a una empresa constructora que ahora enfrenta un proceso penal interpuesto por el actual alcalde Iván Arias.

El informe encuentra errores procedimentales cometidos por la Secretaría de Culturas de la gestión Revilla. Se destaca que el informe técnico de solicitud de declaratoria de patrimonio histórico del municipio de La Paz no tiene ni firma, rúbrica ni sello del exsecretario de culturas, Andrés Zaratti Chevarría.

Además, la revisión externa realizada por la Unidad de Patrimonio Cultural concluye que el inmueble de estilo moderno con influencia de la arquitectura tradicional japonesa, hasta el año 2018, no habría cumplido el requisito de tener una antigüedad mayor a 50 años, ya que la construcción se habría ejecutado entre los años 60 y 70.

Sin embargo, a pesar de esto, fue asignada en la categoría B-Valor Patrimonial. La polémica reside en si los propietarios debieron o no conservar el inmueble que fue demolido para dar lugar a la construcción de tres edificios con diferentes números de pisos.

Fuente: Erbol