sábado, julio 27

Mujeres bolivianas, las verdaderas víctimas del calentamiento global: una cruda realidad

MUJERES BOLIVIANAS

En un mundo donde la crisis climática se acerca peligrosamente a su punto de ebullición, las mujeres bolivianas emergen como las principales damnificadas. Según los activistas medioambientales, encabezados por Kiyomi Nagumo, el calentamiento global ha llevado al planeta a una etapa crítica, afectando desproporcionadamente a las mujeres en Bolivia y en todo el mundo por las consecuencias devastadoras del cambio climático.

El recurso vital por excelencia, el agua, se ha vuelto increíblemente escaso. En este escenario desafiante, son las mujeres quienes enfrentan las mayores adversidades. Encargadas de las labores domésticas y del cuidado de sus familias, son ellas quienes sufren directamente las consecuencias de la falta de agua

Nagumo destaca que las mujeres representan el grupo más vulnerable, seguidas de cerca por los niños y los jóvenes, debido a los roles que la sociedad tradicionalmente les ha asignado.

Las mujeres se ven obligadas a recorrer distancias cada vez mayores en busca de agua, intensificando sus esfuerzos diarios“, señaló Nagumo. 

La contaminación de los recursos hídricos ha agravado esta situación, ya que las mujeres ahora deben invertir más tiempo y esfuerzo para purificar y potabilizar el agua, una tarea crucial para mantener la vida y la salud de sus seres queridos.

La migración hacia los centros urbanos, motivada en gran medida por condiciones adversas en las áreas rurales, también afecta de manera desproporcionada a las mujeres. Con escasas oportunidades laborales formales, la mayoría de las mujeres se ven obligadas a trabajar en la economía informal. 

En Bolivia, donde el 90% de la población tiene empleos informales y carece de seguro de salud, esta situación se vuelve aún más alarmante.

La falta de acceso a agua limpia impacta directamente en la salud, la alimentación y la economía familiar, ya que afecta la producción ganadera y agrícola, fundamentales para muchas comunidades bolivianas.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha emitido advertencias sobre la malnutrición y la anemia en la niñez, así como la malnutrición en mujeres en edad fértil, la lactancia materna y el bajo peso al nacer (BPN). Estos problemas de salud se agravan aún más debido a la escasez de recursos provocada por el cambio climático.

En el contexto de la migración, son las mujeres quienes permanecen en las comunidades rurales, responsables del cuidado de la tierra, los niños y los animales, mientras los hombres emigran en busca de empleo en los centros urbanos. 

Según datos de la ONU, la inmigración masculina supera a la femenina en Bolivia, con un 52.37% frente al 47.62%, lo que subraya la desigualdad de género en el acceso a oportunidades fuera de las áreas rurales.

El calentamiento global no solo amenaza nuestro medio ambiente, sino que también profundiza las brechas sociales y de género“, enfatizó la activista Nagumo. 

“Es esencial tomar medidas urgentes para abordar esta crisis desde una perspectiva de género, asegurando que las mujeres sean parte integral de las soluciones y tengan acceso equitativo a los recursos necesarios para enfrentar este desafío global”, afirmó.

Nagumo también hizo un llamado a la sensibilidad y la solidaridad, instando a adoptar un consumo responsable del agua y promoviendo la educación para un clima más sostenible. Subrayó la necesidad de un mundo menos hostil para las mujeres, donde puedan prosperar y contribuir plenamente a la construcción de un futuro sostenible para todos.

Por Iván Ramos – Periodismo que Cuenta